Desde el equipo de Af4 estudio:
lunes, 27 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
(m) Arqueting
Hoy os traigo una nueva entrada muy a cuento de la primera que hice hace unos días. Desde entonces he estado leyendo e investigando un poco sobre la persona de Gonzalo García, que incluía un artículo en la revista Accésit 002 sobre el cálculo de costes en la elaboración de un concurso para determinar su viabilidad económica.
Este señor es arquitecto por la UP de Barcelona (1969) y PADE por el IESE (1995). Fundó y
trabaja en la empresa Soft S.A., autora del programa Presto. Y además, provee un servicio de asesoría que es el que proyecta a través de su web http://www.arqueting.com/index.php
En ella, y este es el punto principal de la entrada, se exponen artículos en tres secciones:
- gestión económica
- creación y dirección
- marketing y encargos
Hasta donde he podido leer, los artículos son cortos, muy accesibles y sobre todo muy muy claros en el desarrollo de conceptos básicos tanto del manejo de un estudio en su gestión de recursos económicos y humanos, relación con clientes, elaboración de ofertas, y salidas alternativas más allá del concepto establecido y claramente decadente de estudio de arquitectura.
Uno de los puntos más refrescantes consiste en que muchas de las ideas se exponen desde perspectivas directas y sobre todo nada victimistas, sin juicios morales y con altas dosis de positividad y enfoque proactivo en el análisis y propuesta de soluciones a los problemas planteados.
El método habitual parte de la base de los casos de negocio (business case) tan habituales en las clases de ciencias económicas y dirección de empresas, organizando de forma estructurada y pasos sencillos los "ejercicios" para que acto seguido podamos extrapolar los conceptos y mecanismos a nuestros propios negocios.
En definitiva, mi recomendación personal es que echéis un vistazo a la web de arqueting, y leáis un par de artículos, los que más rabia os den. Os garantizo que si lo hacéis, no serán sólo 2 los que leáis .
sábado, 25 de diciembre de 2010
Revista Accesit
La revista Accésit es un medio gratuito de difusión de concursos de arquitectura, entre otras muchas cosas relacionadas con la profesión. Hoy nos gustaría hacer hincapié en el editorial de su segundo número:
"Con el tiempo, a la disminución de encargos privados se une la escasez de convocatorias de concursos, siendo las condiciones de estos cada vez más restrictivas, con honorarios más bajos y poco accesibles a los jóvenes arquitectos.
La realidad está delante nuestro aunque a veces no nos atrevamos a mirarla de frente, o al menos a actuar en consecuencia.
En esta ocasión Gonzalo García, arquitecto y consultor especializado en gestión y marketing para arquitectos, trata la problemática desde el punto de vista económico, con un ejemplo claro de cómo poder afrontar la situación. Nos hace replantearnos ese tema que solemos dejar de lado, pero que resulta primordial a la hora de plantearse el participar en un concurso de ideas o una licitación.
Aún así, no dejamos de observar cómo la vocación se antepone en la mayoría de los casos a lo económico y cómo probablemente de no ser así los resultados obtenidos no alcanzarían los niveles de calidad al que llegarían si fuesen otras las condiciones.
Entendemos que conseguir el equilibrio entre esos aspectos puede resultar a veces complicado, pero está en nuestras manos poder, poco a poco, conseguir mejorar esa situación."
Es interesante la exposición de un problema creciente en el mundo de los concursos de arquitectura, así como la reflexión que se hace sobre las posturas actuales.
El problema llega en el punto en que tenemos que discernir entre si la postura expuesta se ciñe realmente a una visión romántica del profesional enamorado de su profesión que suple con dedicación los problemas que van surgiendo. En que punto este romanticismo y esta vocación nos han llevado a canibalizarnos y provocar una tendencia que arrastra al colectivo a una guerra fratricida que lejos de mejorar la competitividad, provoca una degradación de una profesión que más allá del gesto profundo del diseño, engloba una responsabilidad mayor.
Gustamos en llamarnos colectivo porque suena muy cool, pero rara vez escenificamos (ni que decir interiorizamos) lo que conlleva. Pero la realidad es que estamos rompiendo las reglas para beneplácito del resto de actores que forman parte de la dinámica que engloba esta profesión, convirtiéndonos en parias cuando deberíamos ser directores de nuestra profesión y actores principales en el modelo laboral de nuestra industria de la construcción. Nos hemos dejado arrastrar a una situación insostenible amparados en las ideas hermosas sobre vocación y compromiso que vierten sobre nuestro oídos aquellos que nos han quitado la silla, ya sean compañeros, promotores, políticos o cualquier otro.
Me encanta mi profesión, pero esa palabra lleva implícita que pueda vivir de ella, y no tener que cargar con la responsabilidad que conlleva cobrando menos de lo que gana un reponedor de supermercado que deja sus obligaciones al salir por la puerta del vestuario.
Eso no es vocación, es no tener ni idea de economía básica ni de lo que implica ser un empresario o trabajador autónomo.
En fin, queda abierto el blog a la opinión de la gente. Empieza con fuerza la bitácora de Af4!
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