
Hace varios años, en 2002 si no recuerdo mal, yo mismo junto a varios compañeros de escuela visité las obras. Obviamente por aquella época distaba mucho de estar acabada, por lo que no puedo ejercer ninguna valoración hasta que pueda volver a visitarla. Sí que es cierto que la recuerdo con la mágia especial que envuelve a las cosas a medio camino, ya sea de su decadecia como puede ser el Coliseo de Roma, como en proceso de su construcción como en el caso de la Sagrada Familia. Es como la diferencia entre los libros y las películas, los primeros siempre dejan la puerta abierta a mayor interpretación, te permiten fantasear con como imaginarías la obra acabada.
Pero lo que de verdad me ha hecho reflexionar en este artículo es el cambio de postura de Tusquets. Frente a la imagen rebelde y reivindicativa de juventud, la posición más sosegada y sesuda de la madurez... aunque mi cinismo no puede evitar pensar en una tercera vertiente, más política y de compromiso con las instituciones y ciudad en la que vive y ejerce. Pero eso ya es bastante más subjetivo. Lo que de verdad veo apto para el debate es la postura de la convicción total frente a la evolución (o incluso confrontación) inevitable y necesaria que da el aprendizaje y la experiencia.
Lo más importante es que con la Sagrada Familia casi terminada, ya tengo otra excusa para volver a esa maravillosa ciudad que es Barcelona.
Me parece muy intereante tu reflexión y el artículo de Tusquets. Personalmente lo que más me ha gustado ha sido cuando hablas de la magia de las cosas a medio camino. Creo además que a esa magia se le une el collage que se forma cuando hay más de una mano diseñando y la de un interés colectivo de continuar una obra sólo por el placer de visitarla (que los visitantes, religiosos o no, sean los que la hacen posible económicamente nos habla de un sueño colectivo de ver avanzar algo común que nos gusta).
ResponderEliminarSinceramente me alegro de que nadie les hiciera ni caso; y lo único que me deja dudas es quién decide en última instancia lo que se hace o se deja de hacer en la Sagrada Familia y a qué profesional se le encarga...